martes, 6 de agosto de 2013

El gaitero 2013: Santander-Gijón

Tuvimos tiempo la tarde y la noche anterior para recuperarnos de la etapa Getxo-Santander con duchita, paseito por Santander y cena con buena cerveza; una copita y al barco a dormir.
El día se levantaba soleado y agradable; desayunito, y enseguida a pensar ya en la etapa larga.
El atraque en Santander fue un poco lamentable porque a la mayoría de los barcos solo nos daban la opción de fondear en el fondeadero que está delante del club náutico de santander, así que muchos barcos nos abarloamos al viejo pantalán que está en puerto chico: 25 barcos estuvimos allí con cuatro filas de cinco barcos y otros 5 por allí. Este viejo pantalán está fijado mediante unas cadenas a unos muertos por lo que es un poco peligroso el atraque allí; por otro lado no se puede pasar de ese pantalán al muelle a no ser que se ponga algún pequeño txintxorro un barco pequeño que haga de pasarela.
Después de la entrega de premios del día anterior y del ágape de rigor las tripulaciones se embarcan y comienza la procesión de barcos hacia la línea de salida.
Delfines a la mañana

Cansados pero felices!

Noche oscura y cansada

Salida de Santander: Mouro al fondo

Nos da de spi?

Antes de salir de Santander; qué subidón
Parecía que nos daba de spi la salida por el viento de través que soplaba pero pronto nos dimos cuenta que hubiera sido mejor haber salido con génova. Izamos spi y pocho con la driza, se engancha en el stay y al arriar de nuevo se rompe con un siete enorme al rozar con una cruceta. Un pequeño desastre de salida; mientras tanto todos los barcos desaparecían por delante hasta que pudimos izar el génova y empezamos a navegar.
Poquito a poquito fuimos remontando hasta que a la altura de Mouro (que la mayoría de barcos dejamos por estribor) ya alcanzamos a la flota y pasamos a algunos.
La flota iba moviéndose muy lentamente por el escaso viento del NW que soplaba con alguna rachita que aprovechamos para izar spi y navegar a un 60. Así fue la tarde, el ocaso que fue precioso y la noche que fue cayendo poco con un montón de estrellas en el firmamento y con múltiples estrellas fugaces que se veían cuando el spi nos dejaba ver; los delfines nos visitaban también de vez en cuando con el txapoteo que los delataba; las horas pasaban muy lentamente con el barco navegando al ritmo del  movimiento de la esfera celeste sobre la polar, osea muy despacio. Solamente de vez en cuando aparecía una brisita que aprovechábamos para hinchar el spi y navegar a donde se podía
Con el amanecer seguía la calma chicha con el mar como un plato y los primeros rayos de sol que se agradecían para mitigar la humedad de la noche; se empezaban a oir los primeros anuncios por la radio de las retiradas. Pero se empezó a levantar una brisa del NW que iba in crescendo; los cálculos de la tripulación nos daban esperanzas de poder llegar a Gijón antes de las 7 de la tarde (hora límite aproximada de la Marmotinha), así que el ánimo volvió. Mientras, la brisa del NW iba en aumento y el barco andaba cada vez más; una vez pasado Ribadesella cuál es nuestra sorpresa que nos cruzamos con el Narena!, que había ido por tierra. Subió mucho la moral de la tripulación pero enseguida sentimos cómo el viento escaseaba cada vez más dejando una ola del NW que ya hacía imposible la llegada en tiempo, cuando todavía faltaban 20 millas para Gijón hacia las 14:30 - 15:00 horas. Y ahí terminó la etapa para nosotros,  con la sensación de frustración en nuestros agotados cuerpos.
Antes de llegar nos pide remolque el Taramay por avería en el motor.
Solamente un barco de toda flota finalizó la etapa y que a la postre fue el vencedor absoluto de la edición de este año: Menudeta, un Sun Legende 41.
Ale, pues a arrantxar el barco, duchita en el hotel y cena por la parte vieja de Gijón que estaba precioso. Heladito y para la cuna, que la paliza fue de campeonato


1 comentario:

  1. Gracias Marmotinha y su estupenda tripulación,sois estupendos.
    besos
    Leire.

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